viernes, 2 de enero de 2015

4 descubrimientos de una aprendiz de sostenibilidad


Ya ha llegado el 2015. Me imagino que como todos ya has hecho tu lista de promesas para este año que empieza lleno de optimismo. Yo aún estoy en ello. Me gusta hacerla con calma y sin prisas, y como buena aprendiz aplicando el dicho: “A veces gano, otras aprendo, nunca pierdo”.  

Antes de hacer mi lista me gusta repasar mis aprendizajes (de la práctica) o descubrimientos (de la consciencia) del año que cierro. A partir de ellos, fijaré mis nuevas coordenadas de gestión para este nuevo curso. Aquí os dejo mis 4 descubrimientos:

1)      La gestión del cambio para hacer que la sostenibilidad sea parte natural del día a día se empieza por arriba, y no por abajo. Si ya sé que esto está muy manido (creo que lo dicen todos los escritos sobre RSC), pero me refiero  a que los de arriba son los que tienen que liderar el cambio. Y si, hay que cambiar (aunque a muchos les viniera ya en el ADN) y los impulsores del cambio son los dueños de los procesos. Soy consciente del efecto olla exprés que nos ayuda a avanzar en muchas áreas, pero  si realmente queremos que forme parte de la carta de navegación de nuestras organizaciones, los primeros que tienen que estar comprometidos son los que manejan el timón. Y hablo de compromiso, no de convicción. El primero significa poner en acción, dar recursos y pedir resultados. El segundo, convicción, es pasivo. Estamos convencidos, y dejamos hacer pero tampoco lo exigimos. Cuando viene desde arriba, ¡¡¡¡se nota, se siente, la sostenibilidad está presente!!!!

2)      La sostenibilidad tiene que formar parte de la conversación. Es importante, y ya lo decía Santiago Álvarez de Mon en “I Encuentro de socios DIRSE”, que los que gestionamos esto de la RSC / sostenibilidad tenemos que formar parte de la conversación.  Álvarez de Mon decía “espero de un DIRSE que se persone con firmeza y prudencia en la conversación de la organización y haga las preguntas que otros no hacen”. No es sencillo integrar la sostenibilidad / RSC en el día a día, si hablamos de ello como algo anecdótico o si necesitamos venderlo siempre a golpe de exclusiva con super proyectos con super resultados.  La sostenibilidad o RSC debe formar parte del día a día. Te invito a hacer una prueba para ver cómo anda este tema en tu organización: pregunta a un compañero / compañera de otro departamento cuándo fue la última vez que su mando le habló de algo sobre sostenibilidad / RSC, sobre qué tema fue y si le ayudó a tomar decisiones en su trabajo del día a día. ¡Saca tus conclusiones!

3)      Tenemos que plantearnos objetivos ambiciosos en lo que realmente importa. Para liderar el cambio tienes que arriesgar y ser valiente.  Es verdad que esto de la sostenibilidad / RSC no es un buffet libre dónde picas de unas cosas y de otras no. Hay que asumir la responsabilidad de todos los platos: Entrantes, primero, segundo, segundo bis y postre. Si hay que ser responsable, hay que serlo de todo, y no serlo solo a medias. Pero es importante, si realmente en tu organización la sostenibilidad / RSC es estratégica es que marques la diferencia en lo que realmente tiene impacto (negativo para reducirlos y positivo para maximizarlo) y ahí, ¡no escatimes en objetivos, recursos y energía! Ahí es dónde se nos pide la valentía, y el coraje para asumir responsabilidades, marcar la diferencia y porque no abrir el camino y compartir estas nuevas formas de gestión con otros, incluyendo los competidores. Esto es lo que se llama liderazgo responsable.

4)      La sostenibilidad / RSC como parte de la experiencia con tus clientes. El consumidor ha cambiado y la crisis nos ha ayudado a los que trabajamos más en la sostenibilidad / RSC de lo que podemos creer si solo pensáis que os han recortado el presupuesto. Si, ya sé que aún el consumidor no va a premiarnos por nuestras acciones responsables y que aun es mucho más fácil aplicar el boicot cuando cometemos errores. Pero lo que si sé, es que el consumidor quiere productos, servicios, empresas más responsables, sostenibles, éticos, pero quiere que el sacrificio lo hagamos las empresas, las organizaciones, porque ellos no quieren hacer los sacrificios (ni en precio, ni en tiempo ni en forma).  Hay muchos – y cada vez más – consumidores concienciados pero aún existe la separación entre consumidor y ciudadano. Aquellas organizaciones que integran la sostenibilidad / RSC en la propuesta que hacen a sus clientes y les aportan valor de una forma sencilla (y no solo como precio más caro) con productos y servicios tienen una ventaja competitiva respecto a sus competidores. Imagina que fuera tan fácil consumir de forma responsable como de forma no responsable para el consumidor, ¿qué harías? Pues eso mismo harían el resto de millones de consumidores. ¿Quién dice que no es posible ser consumidor – ciudadano? La carrera por facilitar este binomio por parte de la organizaciones ya ha empezado.

Señores y señoras de la sostenibilidad. Estamos en la era de los intangibles, de la confianza, de la diferenciación, de la ética y  de la responsabilidad. ¡Si hasta el Papa habla de ello! Justo hoy leía que su primera encíclica tratará sobre la protección de la ecología.
Recuerda, “no tenemos enemigos, sino fans confundidos”. ¡Este año 2015 es nuestro! Saca al artista que tienes dentro, persónate en la conversación (de los que manejan el timón y en la de los grumetes), se ambicioso y aporta valor a tus clientes, que al fin y al cabo son los que tienen la última palabra en tu organización. Otra cosa muy importante, deja el gurú que llevas dentro y nunca dejes de ser aprendiz; mantén la curiosidad activa, la humildad presente y la ambición (positiva) encendida.

Os deseo un feliz y más sostenible 2015!